Este mes de agosto, como no había mucho que ver en la tele,
me he entretenido en ver a ratos una mini serie que se llama un cuento
perfecto. A continuación os cuento un poco del argumento:
Margot y David provienen de mundos diferentes. Ella es
heredera de un imperio hotelero. Él debe desempeñar tres trabajos para llegar a
fin de mes. Pero cuando sus caminos se unen, se dan cuenta de que sólo entre
ellos pueden ayudarse a recuperar el amor de sus vidas. Hacen un viaje juntos
para desconectar de sus vidas anteriores y para olvidarse de ex parejas.
Entonces se dan cuenta de que entre ellos hay una química
especial y pasan un verano muy chulo juntos, pero haciendo un pacto: esto que
ha ocurrido entre ellos tiene que acabar en verano, porque tanto uno como otro
quieren volver con sus parejas. Termina el verano y se marchan ambos totalmente
enamorados el uno del otro.
Margot deja finalmente a su novio, y se va a vivir a Londres
por trabajo, David deja a su novia y se va a vivir a Londres, porque se ha
enterado por una amiga que tienen en común que ella está allí. Él abre una
floristería con el nombre de ella y transcurren tres años de aquel verano.
Un día ella se cruza con el que pudo ser su pareja y nunca
fue.
Así vemos cómo una decisión puede cambiar el rumbo de
nuestras vidas: en este caso la de
protagonistas, que cerraron así su ‘cuento
perfecto’.