Antes que nada me gustaría presentarme. Me llamo Patricia, tengo 34 años y, al igual que mi hermana gemela Rocío, tengo discapacidad física.
Para mí, lo más negativo del confinamiento es el estado de nervios y angustia en el que vivimos por todo lo que está pasando, en el mundo en general y en España en particular. Estoy preocupadísima por mis padres y mis hermanos. Lo estoy pasando mal, como tantos españoles. Me pongo el termómetro todos los días y les pido a mis familiares que se lo pongan ellos también, tengo miedo, a veces tengo pesadillas por las noches…
Pienso muchas cosas y algunas veces lloro. Mi madre y mi hermana solo nos dejan que veamos noticias positivas, porque la situación nos ha afectado mucho anímicamente. También llevo muy mal no poder ver a los a los hermanos que no viven conmigo ni a mis sobris.
Procuro ocupar mi tiempo con distracciones para que esto sea más llevadero. Hago step todos los días por mi cuenta, leo, hago las tareas que me encomiendan los profesionales de mi centro de día, veo concursos en la tele con mi madre, veo con mi hermano José, que también tiene discapacidad física, y psíquica, el especial que hacen Los Gabytos en youtube desde su casa, me entretengo con juegos de mesa, parchís, bingo…
Cada día, junto a mi familia, salgo a la ventana a aplaudir al personal sanitario, policías, militares, bomberos… para agradecerles la labor que están haciendo estos días.
Tengo que decir que estoy muy acompañada por mis padres y los hermanos que viven conmigo.
Me llena de ternura lo bien que está llevando este trance mi hermano José. Le han explicado la situación mi madre y en su centro y, a su nivel de comprensión, lo ha entendido genial. Hacemos muchas cosas en casa ahora juntos.
Esta desgracia me ha servido para apreciar más los pequeños detalles de nuestra vida cotidiana que hasta ahora quizá no valoraba, un beso, una caricia, un paseo... Ahora estimo más, si cabe, las cosas que hago en mi día a día. Añoro acudir a mi centro de día, ir a la Fundación Aenilce, tanto para hacer fisioterapia como para asistir al curso, colaborar con Aspace Madrid, que cuentan también comigo, tanto Aspace Madrid, como confederación Aspace, en especial Marta y Elena…
Creo que antes éramos más felices y no lo sabíamos porque muchas veces hacíamos las cosas porque simplemente era nuestra rutina.
Espero y deseo con todas mis fuerzas que esto acabe pronto y de la mejor manera posible. Que podamos volver cuanto antes a nuestra deseada y ansiada rutina.