Tomás
Moro fue un importante pensador, humanista y teólogo inglés, nacido en Londres
el 7 de Febrero de 1476 y decapitado en la misma ciudad por orden de Enrique
VIII el 6 de Julio de 1535
Además
fue un destacado abogado, juez de negocios civiles y político.
También
fue un destacado escritor y lord canciller de Enrique VIII.
En
1535 fue llevado a juicio acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista
frente al surgimiento de la iglesia anglicana, oponerse al divorcio con la
reina Catalina de Aragón y no aceptar el Acta de Supremacía, que declaraba al
rey como cabeza suprema de esta nueva iglesia. Fue declarado culpable y recibió
condena de muerte. Permaneció en prisión en la Torre de Londres hasta ser
decapitado el 6 de Julio de ese mismo año.
Moro
fue beatificado en 1886 y canonizado en 1935, junto con Juan Fisher, por la
iglesia católica, que le consideró santo y mártir. Por su parte la iglesia
anglicana lo consideró un mártir de la Reforma Protestante, incluyéndolo en
1980 en su lista de héroes cristianos
Obras
Su
obra cumbre fue Utopía (1516) en la que aborda problemas sociales de la
humanidad, y con la que se ganó el reconocimiento de todos los eruditos de
Europa. Uno de sus inspiradores fue su íntimo amigo Erasmo de Róterdam. La
redactó durante una de las misiones asignadas por el rey en Amberes.
El
resto de sus obras es diverso pero siempre va engarzado por el hilo común del
ensalzamiento del idealismo y la condena de la tiranía
A
pesar de haber mantenido en el plano teórico estas afirmaciones premonitorias
del pensamiento socialista, Tomás Moro fue prudente y moderado.
Campaña contra
la Reforma
Tomás
Moro vio la Reforma protestante como herejía y una amenaza a la unidad de la
iglesia y la sociedad. Sus primeras acciones en contra de la Reforma incluyeron
al cardenal Wolsey a deshacerse de libros luteranos que se importaban
clandestinamente en Inglaterra, espiar e investigar a presuntos protestantes,
especialmente los editores, y detener a cualquier participante en la posesión,
transporte o venta de libros de la Reforma protestante.
Circularon
rumores durante y después del curso de su vida, sobre malos tratos a los
herejes durante su etapa como ministro de Justicia. El popular polemista
anticatólico John Fove fue fundamental
en la difusión de las acusaciones contra Moro en El libro de los Mártires,
alegando que utilizaba a menudo personalmente la violencia y la tortura al interrogar a los herejes. Más tarde autores como Bryan Moynahan y
Michael Harris citaron a Fove al repartir estas acusaciones. Pero él negó estas
acusaciones. Admitió que se encarceló a herejes en su casa- para mantenerles
seguros, pero él negó las acusaciones de tortura y azotes.
En
total fueron seis las personas quemadas en la hoguera por herejía durante su
periodo como canciller.
Quemar en la hoguera era un castigo establecido
desde hacía mucho tiempo para la herejía, una treintena de hogueras habían
ardido en el siglo anterior a la cancillería de Moro, y siguió siendo utilizada
por católicos y protestantes durante la agitación religiosa de las décadas
siguientes. El historiador R. W. Chambers “señaló que al mismo tiempo que Moro negaba
con indignación las atrocidades atribuidas a él, quería que todo el mundo supiera
lo contrario, a saber que creía necesario prohibir la siembra de herejías
sediciosas, y para castigarlas, en casos extremos era necesario aplicar la pena
de muerte a los que desafiaban tal prohibición” . Y continuó diciendo: “Fue en
vista de lo que se presentó en todas las partes por igual, el desafío abierto a
la autoridad en asuntos espirituales de tal naturaleza que inducía al tumulto y
la guerra civil, lo que aumentaba a sus ojos que se le castigase con muerte”.
Los
historiadores están muy divididos respecto de las acciones religiosas de Moro
como canciller.
Mientras
biógrafos como Peter Ackroyd, historiador católico inglés le atribuyen una
posición moderada y hasta relativamente
tolerante en la lucha contra el protestantismo, mediante colocar sus acciones en
el clima religioso tumultuante de su tiempo.
Pero
el historiador y académico alemán Peter Berger, autor del libro La hora
de Tomás Moro solo frente al poder señaló razones bastante diferentes para
la ejecución de herejes de aquellas que inculparon a Tomás Moro. Berger indicó
que durante los doce años comprendidos entre 1519 y 1531, tiempo de influencia ascendiente
de Tomás Moro como vicecanciller del Tesoro (1521), portavoz de la House of
Commons (1523), canciller del condado de Lancaster (1525), juez de la Cámara de
la Estrella (1526), asesor del cardenal Wolsey en numerosos asuntos-como en los
acuerdos de paz con Francia (1527)-hasta su nombramiento como Lord Canciller el
26 de Octubre de 1529, no se pronunció ni una sentencia de muerte por herejía
en la diócesis de Londres. En cambio, fue durante la caída en desgracia de
Tomás Moro como Lord Canciller cuando recomenzaron las ejecuciones de herejes,
por influencia de John Stoskeley como arzobispo de Londres
Los
historiadores están muy divididos respecto de las acciones religiosas de Moro
como Canciller. Mientras biógrafos como Peter Ackroyd, historiador católico
inglés, le atribuyen una posición moderada y hasta relativamente tolerante en
su lucha contra las acciones en el clima
religioso turbulento de su tiempo. Richard
Marlus estudioso norteamericano de la Reforma fue el más crítico al creer que
las persecuciones, incluyendo lo que percibió como “la promoción del exterminio
de los protestantes” eran una traición a las convicciones humanistas de Moro.
Markus escribió en su biografía de Moro: “Estar delante de un hombre en una
inquisición, sabiendo que él se regocijará cuando muramos, sabiendo que nos
enviara a la hoguera, y sus horrores en un momento, sin vacilación ni remordimientos”.